Si eres de aquellos que cuando se meten en la cama comienzan una gran actividad mental, tienes que recordar este truco. No dejes que la cabeza divague, hazla trabajar. Pon en el fuego una cafetera. Después, recorre la casa y mira durante unos segundos a quienes duermen, y quiéreles. Después regresa a la cocina. Aparta el café del fuego. Sal al balcón y cuenta algunas estrellas, por ejemplo, las estrellas azules, que suelen ser gigantes; o las oportunistas estrellas amarillas; y cuando hayas cogido práctica, para lo cual puedes ayudarte de un paraguas sin lona, anda con atención y podrás sorprender a las misteriosas estrellas rojas, que producen un sueño singular. Es complicado verlas, y es posible que se te haga un poco tarde. Eso sí, si cuentas un número impar de estrellas rojas tendrás dulces sueños con los tuyos. A veces suelen estar protagonizados por los más pequeños, que se convierten en capitanes de goleta. Pero ten cuidado, porque como termines habiendo contado un número par de estrellas rojas soñarás con alguien a quien comenzarás a desear, y eso te puede traer problemas en el plano sentimental. Cierra el paraguas y acuéstate.
Por la mañana apura el café. Te hará falta a lo largo del día.
(César Silgado)
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